Cada tarde nos encontraremos en la iglesia de nuestra casa para pasar por el corazón y sentir en nuestras entrañas la llamada urgente que el mundo nos hace.
Hoy Dios nos ha llamado en la oración a acoger a todos los que llegan a nuestras tierras escapando de la
opresión, la pobreza, la persecución, la violencia, la guerra, el
hambre, la miseria...
Ellos, como el propio Jesús en Egipto, son
emigrantes y refugiados- No queremos llamarles EXTRANJERO sino HERMANOS.
Queridas hermanas:
ResponderEliminarLas acompaño y las apoyo con mi oración y pido para que juntas den las respuestas que el mundo espera de todas nosotras como H.P.M.
Un abrazo
Juani